4º parte. Teoria del Pagafantismo y su barrera. Final

Mis pequeños, os he tenido abandonados estos últimos días por problemas técnicos. Solucionados ya sobradamente, usaremos esta entrega como recapitulación y como medio para dar los últimos consejos sobre mi primera de muchas teorías.
Hemos hablado de las palabras malditas, como hermano, mono, majo.
Hemos hablado de que ser un pagafantas no implica únicamente pagarle las copas a las chicas, sino que realizar cualquier acto propio de un novio sin la correspondiente dosis de sexo y amor de después, es la manera más habitual en la que se manifiesta el pagafantismo.
Hemos hablado de la delgada línea que separa la victoria de la derrota, de la línea que separa el caerlas bien, a que dejemos de ser considerados atractivos sexualmente, y de la imposibilidad de retorno.
Esta noche, querubines míos, abordaremos un último concepto en lo referente a la teoría del pagafantismo. ¿Qué ocurre cuándo en una discoteca, sin conocer a la chica,decidimos abordar a una chica?
Se producen varias reacciones, la 1º, el no saber qué decir, cómo actuar o el qué pensará. Cómo empezar la conversación es realmente uno de los mayores enigmas en la vida de todo hombre. Pero llegados a éste punto, POR FAVOR os pido encarecidamente que no os colguéis de su oreja, que no le deis la chapa. En los primeros 20 segundos una mujer ya sabe si el hombre la atrae o no fisicamente, y para echar un polvo no necesitas abrirle tu corazón a nadie, nisiquiera tiene que saber cómo te apellidas. Basta con que conozca en lo que gastas parte del tiempo entre semana, y la parte trasera de tu coche. Evitemos excesos, evitemos prolongar nuestra estancia a su lado, ellas sienten que invadimos su espacio. No me refiero a nada más que en el ambiente discotequero, pues una cita normal precisa de que la chica se sienta agusto, pero no es este nuestro tema. Brevedad. Concisión. Valores fundamentales y no siempre valorados que te ayudarán a no perder el tiempo.
Y sobre todo, no tengáis miedo a reconocer que os han usado como pañuelo, no hay nada de malo en ser pagafantas, nosotros no elegimos convertirnos, nos lo hacen ellas. Pero si se convierte en negativo cuando somos o incapaces de salir de él, o incapaces de reconocerlo. No merece la pena sufrir estando cerca de la persona que quieres solamente porque la pretendes tener cerca a sabiendas de que ella no siente lo mismo que tu. Ellas son el enemigo, son duras y son más, pero nosotros somos más fuertes. Y me tenéis a mi.
Con esto damos por terminada la teoría del pagafantismo, si alguien tiene dudas, dentro de poco subiré una entrada con ruegos y preguntas, podéis dejarlas en twitter, tuenti o aquí mismo.
Sólo espero haber iluminado vuestros senderos mujeriegos, y recordad, ninguna mujer es menos que ningun de nosotros.
Poneros traje! y FELIZ NAVIDAD A TODOS!